Creo que a muchas mamás nos ha pasado que la rutina diaria, nuestros hijos, nuestra pareja, nuestro trabajo y nuestro entorno hacen que nos desconectemos de nosotras mismas. Se nos olvida quiénes somos, qué es lo que queremos para nuestra vida, lo que nos gusta comer, las actividades que solíamos disfrutar antes de tener tantos compromisos en la vida. Más aún si a esto le sumamos la manera en que muchas fuimos educadas, encasillándonos desde niñas en roles de “mamás sacrificadas” o “profesionales brillantes”, a veces al mismo tiempo. Es normal.
Lo que no debería ser normal es que permitamos que nuestra vida siga en ese plano monótono porque ya en ese punto hemos perdido parte de nuestra identidad. Y cuando esto pasa, nos volvemos una persona que no queremos ser, nos frustramos, el autoestima cae al piso, la vida se vuelve triste, tendemos a tener pensamientos pesimistas e incluso nos convertimos en personas conformistas. Mejor dicho, entramos en una crisis de identidad que a veces no logramos identificar. No estamos satisfechas con nosotras mismas, en nuestros roles.
Les cuento que yo lo viví. Aunque no estaba mal estar en función de mi familia, trabajo y demás, me olvidé de mí misma, de ponerme en primer lugar. Cuando me dí cuenta de que me había desconectado de quién era yo y que estaba totalmente insatisfecha, tomé la decisión de cambiar. Y desde entonces empecé a conectarme conmigo misma, con todo lo que me apasiona, empecé a disfrutar mi vida. Mi relación con mi entorno cambió, entendí que ser fiel a mi Ser es importante, que debo cuidarme. Que mi bienestar es importante y que al estar bien conmigo misma, puedo dar lo mejor de mí a quienes me rodean…
A todas las mamás que estén pasando por una situación parecida quiero contarles y confirmarles que cuando queremos generar cambios en nuestras vidas, podemos lograrlo. Y para lograrlo es fundamental tomar la decisión de cambiar. Una vez la tomen, en el camino aparecerá la luz (la ayuda) en forma de personas, de situaciones que traerán aprendizajes. El camino puede ser duro, pero superable. Al final te darás cuenta de que tomar la decisión valió la pena.
Estás lista para traer más bienestar a tu vida?
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